Literálika | El olvido que seremos
Hay libros a los que uno vuelve por casualidad y otros que al encontrarlos de nuevo nos damos cuenta de que en realidad nunca se fueron. Hay historias que se quedan para siempre y solo basta mencionarlas para que se desdoblen majestuosas en la memoria, como lo hicieron la primera vez frente a nuestros ojos. La distancia entre olvidar y ser olvidados es abismal. perspectivas.dian.gov.co El primero es un verbo decidido y el segundo es la certeza de algo definitivo. El olvido que seremos, frase breve y poderosa, es el título del libro escrito por Héctor Abad Faciolince, publicado en 2006. Es la historia de un hombre asesinado. El padre del autor era médico, luchador social y defensor de los derechos humanos, y el hijo se aventura valiente y tierno a reescribir lo que vivió. La historia me evoca una lucha de gigantes, Héctor Abad Gómez es uno, Héctor Abad Faciolince es otro, y Medellín uno más. Los críticos definen la novela como la reconstrucción amorosa y paciente de un personaje. Imagino que para su autor es el libro que no podía no haber escrito: la mezquindad del ser humano le había arrebatado a su padre, y no solo a él sino al mundo a quien su padre había dedicado la vida para enseñar y defender. En cada línea, la historia canta el placer de vivir, pero sin dejar al lado la crudeza de los hechos. Es la figura cálida de un padre y son los ojos de un hijo que lo observa todo, un niño que pregunta e intuye todo.
